CIMA salud

Centro de Investigación en Medicinas Alternativas

 

Las flores de Bach son esencias naturales para tratar estados de ánimo o emocionales, como ansiedad, depresión, tristeza, miedos o estrés.

 

Son 38 remedios florales que alivian nuestros temores, aprensiones, inquietudes, remordimientos o falta de autoconfianza. Edward Bach, un médico inglés clásico, se dio cuenta de que nuestras emociones y pensamientos se encuentran en la base de nuestros transtornos. Las actitudes que “causan” la enfermedad pueden preexistir durante 20 o 30 años antes de que se manifiesten en una dolencia física. Las flores de Bach resultan particularmente valiosas en el plano de la prevención.

Las Flores de Bach “…para todos aquellos que sufren, para todos aquellos que desesperan…” Edward Bach

 
Edward Bach nace el 24 de septiembre de 1886 en Mosley, cerca de Birmingham, país de Gales. Curso medicina y se desarrolló como cirujano, bacteriólogo y homeópata en Londres. Tenía como concepción filosófica “Que todos estamos inmersos en una fuerza vital: Dios, Universo, Naturaleza Superior, Fuerza Creadora, Principio Universal de la vida que nos rodea, nos pertenece y nos constituye. Debido a lo delicado de su salud, pues sufrió una severa hemorragia; le diagnosticaron una enfermedad incurable y le pronosticaron  tres meses de vida. Cierra su laboratorio y destruye todos sus trabajos científicos. Clausura su laboratorio y abandonando a sus allegados más íntimos, parte  hacia Gales (tierra de sus antepasados). Allí en medio de la naturaleza, abandonado en los brazos de su madre tierra, decide investigar y completar su método. Separa los estudios e investigaciones de la medicina alópata de la homeopática y se centra básicamente sobre esta última.


En su investigación y mediante su capacidad de percepción psicométrica, encuentra propiedades de curación en las flores. De estas hace una clasificación eligiendo sus capullos más lozanos, los cuales sumerge en agua de un manantial que estaba cerca de su casa. Una vez en contacto con el agua de roca, los expone posteriormente durante horas a la irradiación solar. Del resultado de este contacto las diluye y se las suministra así mismo en gotas. Una vez experimentado en su ser los efectos y propiedades, se las administra a otros animales y plantas. Posteriormente ante los resultados excepcionales obtenidos se las administra a personas con patologías y desequilibrios diversos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Dr. Edward Bach  siempre sostuvo  que la enfermedad es el producto del desequilibrio entre la mente y el cuerpo, el cual altera el campo energético del ser vivo. El organismo se enferma ante el padecer psicológico y el desorden emocional. Hay dos elementos, dice Bach, que deben cursar en armonía dentro de nuestro ser. Uno es el Alma, que es nuestra esencia, nuestro núcleo, y que es inmortal. El otro es nuestra Personalidad, que es temporal. Si se produce entre ambas un desequilibrio, entonces se produce una energía negativa que hace que se presenten los egoísmos, las ignorancias, la inseguridad, los malestares, la infelicidad, los desequilibrios, la soberbia, el odio, la crueldad, dando por último paso en nuestro organismo a la enfermedad.

En nuestro Centro detectamos con nuestro protocolo CIMA y apoyándonos en la Grafología Científico Emocional, los indicadores de conflicto, niveles de emocionalidad, y estados anímicos especiales que nos ayudan sobremanera a reconocer en nuestros pacientes las señales de alarma ANTES de que se profundicen lo suficiente en ellos, como para que desencadenen posteriormente en desequilibrios y patologías severas. La energía que aportan las esencias florales en nuestro organismo ayuda a desandar el camino y en lugar de luchar contra el estado negativo, lo supera y fortaleciendo y estimulando la cualidad positiva que se encuentra dentro de cada uno de nosotros, recorre el camino de vuelta hacia el estado desde donde nunca debía haber partido. Ese efecto tiene una causa y si no sabemos donde se encuentra, ésta desencadenará un estado material negativo para la vida del paciente. Pero si por el contrario localizamos la causa, también encontraremos entonces las esencias que se adecuen a su estado de desequilibrio, pudiendo de esta manera neutralizar el mismo y armonizar su estado general. Para ello en el Centro CIMA se evalúa en cada paciente el cómo y el porqué de la condición. Pues al efecto siempre le acompaña como hemos dicho una causa. Una vez llegados a ella nos permitirá encontrar el tratamiento adecuado. Según Edward Bach la enfermedad nunca va a poder desalojarse con los actuales métodos materialistas, ya que no es material en su origen. Hasta que no se llegue al verdadero motivo de la enfermedad las “curas” serán solamente pasajeras. Esta terapia en su esencia, a parte de equilibrar todo lo tratado anteriormente, tiene la facultad de no agredir y de no contener trastornos secundarios. “Paracelso y Hahnemann nos enseñaron a no prestar demasiada atención a los detalles de la enfermedad, pero sí a tratar la personalidad, el interior del hombre, dándose cuenta de que si nuestra naturaleza espiritual y psíquica están en armonía, la enfermedad entonces desaparece.” Edward Bach. Las Flores de Bach “…para todos aquellos que sufren, para todos aquellos que desesperan…” Edward Bach

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Edward Bach nace el 24 de septiembre de 1886 en Mosley, cerca de Birmingham, país de Gales. Curso medicina y se desarrolló como cirujano, bacteriólogo y homeópata en Londres. Tenía como concepción filosófica “Que todos estamos inmersos en una fuerza vital: Dios, Universo, Naturaleza Superior, Fuerza Creadora, Principio Universal de la vida que nos rodea, nos pertenece y nos constituye.

Debido a lo delicado de su salud, pues sufrió una severa hemorragia; le diagnosticaron una enfermedad incurable y le pronosticaron  tres meses de vida. Cierra su laboratorio y destruye todos sus trabajos científicos. Clausura su laboratorio y abandonando a sus allegados más íntimos, parte  hacia Gales (tierra de sus antepasados). Allí en medio de la naturaleza, abandonado en los brazos de su madre tierra, decide investigar y completar su método. Separa los estudios e investigaciones de la medicina alópata de la homeopática y se centra básicamente sobre esta última. En su investigación y mediante su capacidad de percepción psicométrica, encuentra propiedades de curación en las flores.   De estas hace una clasificación eligiendo sus capullos más lozanos, los cuales sumerge en agua de un manantial que estaba cerca de su casa. Una vez en contacto con el agua de roca, los expone posteriormente durante horas a la irradiación solar. Del resultado de este contacto las diluye y se las suministra así mismo en gotas.   Una vez experimentado en su ser los efectos y propiedades, se las administra a otros animales y plantas.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Posteriormente ante los resultados excepcionales obtenidos se las administra a personas con patologías y desequilibrios diversos.   El Dr. Edward Bach  siempre sostuvo  que la enfermedad es el producto del desequilibrio entre la mente y el cuerpo, el cual altera el campo energético del ser vivo. El organismo se enferma ante el padecer psicológico y el desorden emocional. Hay dos elementos, dice Bach, que deben cursar en armonía dentro de nuestro ser. Uno es el Alma, que es nuestra esencia, nuestro núcleo, y que es inmortal. El otro es nuestra Personalidad, que es temporal. Si se produce entre ambas un desequilibrio, entonces se produce una energía negativa que hace que se presenten los egoísmos, las ignorancias, la inseguridad, los malestares, la infelicidad, los desequilibrios, la soberbia, el odio, la crueldad, dando por último paso en nuestro organismo a la enfermedad.   Los síntomas de este desequilibrio, el Dr.  Edward Bach los clasificó en 38 estados desarmónicos. Para los cuales escogió 38 remedios. De estos, 34 son silvestres, 3 flores no silvestres (cultivadas) y el resto no es una flor, sino agua de manantial con propiedades de curación (Rock Water).   Los clasificó en siete grupos: Temor, Soledad, Desaliento o Desesperación, Preocupación excesiva por los demás, Falta de interés por el presente, Incertidumbre e Hipersensibilidad a influencia de ideas.


En nuestro Centro detectamos con nuestro protocolo CIMA y apoyándonos en la Grafología Científico Emocional, los indicadores de conflicto, niveles de emocionalidad, y estados anímicos especiales que nos ayudan sobremanera a reconocer en nuestros pacientes las señales de alarma ANTES de que se profundicen lo suficiente en ellos, como para que desencadenen posteriormente en desequilibrios y patologías severas.   La energía que aportan las esencias florales en nuestro organismo ayuda a desandar el camino y en lugar de luchar contra el estado negativo, lo supera y fortaleciendo y estimulando la cualidad positiva que se encuentra dentro de cada uno de nosotros, recorre el camino de vuelta hacia el estado desde donde nunca debía haber partido. Para ello en el Centro CIMA se evalúa el cómo y porqué de la condición. Ese efecto tiene una causa y si no sabemos donde se encuentra, ésta desencadenará un estado material negativo para la vida del paciente. Pero si por el contrario localizamos la causa, también encontraremos entonces las esencias que se adecuen a su estado de desequilibrio, pudiendo de esta manera neutralizar el mismo y armonizar su estado general.  

Para ello en el centro CIMA se evalúa en cada paciente el cómo y el porqué de la condicción. Pues al efecto o síntoma siempre le acompaña una causa. Una vez llegados a ella nos permitirá encontrar el tratameineto adecuado.

Según Edward Bach la enfermedad nunca va a poder desalojarse con los actuales métodos materialistas, ya que no es material en su origen. Hasta que no se llegue al verdadero motivo de la enfermedad las “curas” serán solamente pasajeras.   Esta terapia en su esencia, a parte de equilibrar todo lo tratado anteriormente, tiene la facultad de no agredir y de no contener trastornos secundarios.   “Paracelso y Hahnemann nos enseñaron a no prestar demasiada atención a los detalles de la enfermedad, pero sí a tratar la personalidad, el interior del hombre, dándose cuenta de que si nuestra naturaleza espiritual y psíquica están en armonía, la enfermedad entonces desaparece.” Edward Bach.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

POSTULADO FILOSÓFICO DEL DR Edward Bach. El concepto de Bach de la enfermedad y su curación va mucho más allá de la idea general de la medicina alópata:


¡No combatir sino vencer!  

La enfermedad nunca se podrá curar o aliviar realmente con los métodos materialistas empleados actualmente, porque su origen no reside en lo material.

Porque lo que entendemos como enfermedad es sólo el resultado final físico de la acción prolongada de fuerzas subyacentes.

Incluso cuando un “tratamiento materialista” tiene un éxito aparente, ello no supone más que un alivio transitorio en tanto que no se ha eliminado la causa verdadera.

Como la enfermedad, por su esencia, es el resultado de un conflicto entre nuestro ser superior y nuestra personalidad, sólo se la podrá eliminar realmente mediante esfuerzos mentales y espirituales.

Los esfuerzos enfocados exclusivamente en el cuerpo sólo pueden conseguir una reparación superficial del padecimiento, pero nunca su curación, pues la causa de la enfermedad sigue actuando igual que antes y puede aparecer en cualquier momento en una forma nueva. 

A menudo una curación aparente es incluso desventajosa, al encubrir la verdadera causa de la enfermedad. Y mientras el  paciente se alegra con la supuesta recuperación de la salud, la causa de la enfermedad que permanece oculta, puede seguir incrementándose.

La enfermedad no es ni crueldad ni castigo, sino única y exclusivamente un correctivo; un instrumento del que se sirve muestra alma (el ser superior) para indicarnos nuestros propios errores, para no permitir que los cometamos aún mayores, para impedir que hagamos más daños, y para devolvernos al camino de la Verdad y de la Luz que no deberíamos habernos separado nunca. 

Las enfermedades fundamentales propiamente dichas del hombre son flaquezas del carácter, como la soberbia, la crueldad, el odio, el egoísmo, la ignorancia, la inseguridad y la codicia. Edward Bach. Heal Hhyself (Cúrate tu mismo)

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Por esta razón, el Centro de Investigación en edicinas Alternativas CIMA, a través de la Terapia Floral y sus remedios destinados a reintegrar al enfermo en el orden de la ley divina, ayudará al paciente a conocerse a sí mismo, indicándole los posibles defectos subyacentes y esas flaquezas de la personalidad que debe trabajar para convertirlas en su propia fuerza. También le prescribirá aquellas esencias que aporten la regeneración del cuerpo físico, aporten el descanso del espíritu y alienten el esfuerzo humano hacia su realización completa; o sea, unos remedios que produzcan la armonía de su personalidad entera. Como así mismo, mediante esta terapia, le proporcionará al paciente esencialmente cuatro cualidades: en primer lugar, la paz; en segundo lugar, la esperanza; en tercer lugar, la alegría, y en cuarto lugar, la fe.


Por estas creencias y sus terapias, el Dr. Edward Bach, después de haber sido desahuciado por la medicina alópata en la que el se había formado y, por este entendimiento y por su nueva concepción de la sanación, se recuperó totalmente de su enfermedad terminal.

 










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JSA. como miembro titular en el III Congreso Internacional de Terapias Florales junto con las compañeras asistentes a la 1ª Jornada Terapéutica de Oligoelementos y Tratamientos Naturales, las Dras. Claudia Stern y Mechthild Scheffer (Buenos Aires, 5 de Julio de 1994).


En nuestro Centro se eligen correctamente bajo el protocolo CIMA, las esencias florales que mejor se adecuan a las emociones de cada paciente, para que de esta manera tengan un efecto profundo y duradero en el mismo. Algunas actúan más rápidamente que otras, dependiendo de cada individuo, y ayudan más rápidamente a remover y por consiguiente a resolver conflictivas de raíces profundas enquistadas durante años, como oposición a la paliación de los síntomas.


Nosotros trabajamos con exencias floral
es de Bach, California, Australianas, Mediterraneo y Andinas. Todas ellas constan de 274 remedios diferentes.